miércoles, 23 de julio de 2008

SANTA BERNARDINA CUMPLE HOY 66 AÑOS




(Fotos: Juan Castillo, el ex jugador Jorge Martínez, cinco veces campeon con el club, parte del plantel, y el volante ofensivo Wilmar González y el delantero Sergio Areco, observan la copa 90 años de la Liga 2007)


EL EQUIPO "SANTO" TIENE 13 TÍTULOS EN SU HISTORIAL EN PRIMERA DIVISIÓN

En el recuerdo inmediato cuando se nombra a Santa Bernardina, surjen nombres memorables para la institución y para el fútbol duraznense, como los "gatos" Félix y Luis Alberto Díaz, Rodolfo "Perro" Valenzuela, Raúl Curbelo, Néstor "Loquillo" Moreira, los guardametas Oribe Berón y Raúl "Chupete" Odriozola, Héctor "Indiio" Morán, Carlos "Pali" Brufao, Jorge Martínez, y más cerca en el tiempo, Juan Guillermo Castillo, Henry Giménez, y en la faz técnica Ulises "Pocho" Demarco y los profesores Delfino Alonso y Nelson Alonso, entre tantos más. Santa Bernardina es el último bi-campeón del fútbol duraznense. En la ceremonia realizada en la sede social, el presidente de la Liga, Néstor Torres, acompañado de los Neutrales Miguel Peraza y Julio Ortega, entregaron al capitán Marcelo Salazar, la copa 90 años de la Liga de Fútbol C. de Durazno, ganada en la edición 2007. A modo de homenaje en el aniversario de la institución, ofrecemos una entrevista efectuada en una página universitaria al ex golero "santo", Juan Castillo:

Juan Castillo empezó a jugar en Santa Bernardina en Durazno. En 1992 ingresó a las formativas de Defensor Sporting, donde debutó en Primera División en 1999 con Juan Auntchain como entrenador. Jugó en Huracán Buceo en 2001, y en 2002 volvió a Defensor. Desde Junio del 2006 al 2007 en Peñarol y actualmente en el Botafogo de Brasil.
Estuvo por ser preseleccionado para la Selección Sub 20 que representó a Uruguay en Malasia, pero quedo afuera por lesión. Actualmente integra la Selección Mayor que dirige el Maestro Oscar Washington Tabárez.
Juan Castillo habla de sus carreras, y de fútbol con Universo Deportivo.
- En realidad empecé a jugar antes al basketball. Con mi familia vivíamos en Durazno enfrente al Estadio cerrado Octavio Silvestre Landoni, en donde había una escuela de básquetbol y a los 5 años mis padres me llevaron. Unos años más tarde me llevaron al fútbol. Hice una variedad de deportes muy linda. Además del fútbol y básquetbol., hice gimnasia olímpica y volleyball con el mismo profesor de básquetbol, Mauricio Aguirre (un gran profesor). También hice paleta. Como Durazno es una ciudad relativamente pequeña y muy segura, me manejaba en bicicleta para todos lados y me daba el tiempo para todo. Cuando sos niño y te gusta el deporte todo este tipo de cosas las aprovechas al máximo. La niñez fue una etapa muy feliz en mi vida. Tuve la suerte además de tener una familia que era un ejemplo para mí, aconsejándome que si me gustaba lo que hacia lo hiciera con responsabilidad y dedicación. Cuando mi padre iba a verme al fútbol y al básquetbol observaba los partidos siempre tranquilo y callado, a diferencia de otros padres que van e insultan a sus propios hijos, a los compañeros, a los rivales, al árbitro. En algunas ocasiones luego de terminado los partidos me preguntaba como me había sentido, si me había divertido, nunca me dijo como tenia que atajar. En ese sentido mi padre estuvo presente en todos los partidos, orgulloso de que su hijo estuviera disfrutando el momento. Mi madre no iba a los partidos porque se ponía muy nerviosa, hasta el día de hoy hace lo mismo y reza mucho para que me valla bien; a pesar de no estar ahí siempre estuvo conmigo y el amor que me brindaba hacia que me sintiera muy a gusto con lo que hacia.
-Empecé el Baby Fútbol como jugador, como muchos otros goleros. En esa etapa tuve un período en que me dolía mucho la cabeza, y fui al médico y no me encontraron nada. Yo como niño empecé a asociar que era porque jugaba al fútbol porque daba la coincidencia que cuando jugaba al básquet no me dolía tan seguido. Entonces un día me prueban al arco, anduve bien porque ya tenía la experiencia de jugar al basketball, la técnica de la toma de la pelota, el doble ritmo y otros elementos coordinativos de la gimnasia olímpica, además me gustaba tirarme al piso como la gran mayoría de los niños. Empecé a sentirme muy a gusto en el arco, tenía 7 u 8 años, y desde ahí no lo solté más.
-Sin dudas que yo hacía las dos actividades –el estudio y la profesión de futbolista (las tenía las dos como esenciales), pero nunca me plantee abandonar ninguna de las dos. También tenía el estímulo de mi familia de no abandonar el estudio bajo ninguna circunstancia porque nunca se sabe que te puede pasar en esto del fútbol. Si lo hubiera abandonado quizá hubiera llegado antes a Primera División, como otros jugadores que llegaron antes. Cuando empecé la carrera de Profesor de Educación Física iba una solo un día a entrenar y jugaba los sábados con Cuarta División. El resto de los días entrenaba de noche solo o con Defensor Universitario, en el cual había empezado a jugar en el 96, de esa manera no perdí estado físico y futbolístico. En ese sentido también tuve muchos profesionales que me ayudaron mucho, que me decían “estudia que si tenés que faltar no hay drama”.Yo empecé la carrera en 1997 y el titulo me lo dieron en mayo del 2001, obviamente que siempre queriendo llegar a Primera y jugar, queriendo hacer las dos cosas. Pero nunca dije “voy a ser jugador profesional”, siempre estaba latente esa posibilidad, pero como estaba el estudio que también lo quería terminar, nunca me plantee hacer una cosa o la otra, las quería hacer conjuntamente. El ser jugador profesional se fue dando paulatinamente, si bien en cierto momento ya lo era, por la forma en que encaraba las cosas y además porque me pagaba por lo que hacia.
-En Secundaria bien de bien, yo vivía en Carrasco y tenía que ir a entrenar a Pichincha. Iba a un colegio en Cooper, que ahora no existe más. Salía a las 13:20 más o menos, comía en 10 minutos y me iba a la práctica que arrancaba 14:30. Hacía todo en bicicleta, estaba todo el día al palo. Llegaba de la práctica a las 6 de la tarde. Cuando volvía hacía las cosas correspondientes al liceo. En ese sentido lo hice bien de bien. Como lamentablemente no tuve la posibilidad de jugar en Selecciones, que a veces te impiden estudiar porque pasas mucho tiempo concentrado por sudamericanos o diferentes circunstancias, tuve la posibilidad de nunca faltar al liceo y hacer las dos cosas. El inglés sí, lo tuve que abandonar y retomar después de haberme recibido. Así lo fui llevando en el tema de la Secundaria. La Secundaria es algo que cualquier jugador puede terminar, no hay excusa para no terminarla. Una carrera es más difícil, aunque también las podés ir llevando. Algunas carreras las podés ir llevando, incluso por materias, pero te demandan mucho tiempo y esfuerzo que se te complica bastante. La de Educación Física es más complicada porque es más como liceo, más curricular entonces si faltas perdés un año, entonces tenés que ir o ir. Cuando empecé Educación Física tenía que faltar a los entrenamientos. En ese sentido tuve a Rudy Rodríguez que me apoyó, Auntchain y Mena también fueron espectaculares en ese sentido, si tenía que faltar faltaba. Así la fui llevando, tratando de no faltar nunca en el tema del estudio, y llevando el fútbol cuando podía.
-En el 1999, que fue el año más complicado desde el punto de vista de los horarios y el esfuerzo físico. Arrancaba a las 6 de la mañana con natación en Educación Física, después clases hasta las 13:20, salía, tenía Práctica Docente –que justo me tocaba frente al Franzini– me enganchaba con el camión de la ropa o con algún compañero que viviera cerca e iba a Pichincha a entrenar, algunos días me tenía que ir antes de los entrenamientos para llegar a la Práctica Docente liceal que era en el Dámaso. Ese año fue impresionante el ritmo que llevaba. Lo pude hacer gracias Mena y Auntchain que me dejaba salir antes, los sábados que tenía clase no iba a entrenar y los doble horarios no los hacía. Lo hice con mucho esfuerzo y tuvo sus frutos después. Debuté ese año con Paysandú Bella Vista en el Charrúa y estuve varias veces en el banco. Lamentablemente al año siguiente no tuve posibilidad de estar nunca en el banco, y después me fui a préstamo a Huracán Buceo.
-El único año que tuve un poco de dificultades de apoyo fue en el 1998. Prácticamente no iba a entrenar. Simplemente me citaban a los partidos de 3ª, yo me entrenaba con Defensor Universitario para no perder la parte futbolista y la parte específica de arqueros. A Defensor Universitario también le tengo que agradecer mucho. Incluso viaje a México y a Cuba con ellos a jugar unos campeonatos. También Álvaro Regueira me citó a la Selección Universitaria en 1999 y no pude ir porque Defensor no me dejó. La Liga también fue un lindo soporte para mí.
-Acá en Peñarol creo que no, que no hay ninguno que esté estudiando. En Defensor estaba Lamas que estaba haciendo la Facultad de Ciencias, es el que más me acuerdo. Estaba también Diego Ferreira que empezó Ciencias Económicas, y tenía pensado hacer profesorado de Matemáticas. Ellos tenían la intención de seguir estudiando después de Secundaria.
-Por un estímulo familiar y personal. Mi padre es piloto de la Fuerza Aérea, toda su vida estuvo esforzándose y estudiando para ascender en su carrera. Mi madre también, es Auxiliar Contable, y también en ese sentido marcaba el esfuerzo de lo que es estudiar y trabajar porque ella lo hizo desde los 18 años para ayudar a su familia. Mis hermanas grandes, una es Química Farmacéutica, la otra es Maquilladora Profesional, Manicura y Pedicura y esta terminando la carrera de Cosmetóloga Médica. Además ambas mientras estudiaban trabajaban. El tema de seguir estudiando y formándose es una prioridad en mi familia. Lo que he heredado de la personalidad, el carácter y la forma de ser de mis padres ha sido y es fundamental para lo que soy hoy como deportista y como persona.
-El tema de las pretemporadas y las cargas de entrenamiento, que se hacen en la semana, lo aprendí en Entrenamiento. Eso ha sido fundamental para mí, aprender en la experiencia, corroborar muchos conocimientos y aplicarlos en mí mismo. Eso me ha servido mucho. En el año que estuve en Huracán hacía doble horario por mi cuenta. Lo hice porque tenía ganas y porque consideraba que era necesario para mí. Ahí aplique los conocimientos que tenia respecto al entrenamiento, tratando de ayudarme y de ayudar a tus compañeros también, porque algunos de ellos viendo de que yo lo hacia me empezaron a acompañar. También la profesión me ha servido ha tener un comportamiento mas profesional aun, en el cuidado personal de alimentarse adecuadamente, descansar lo mejor posible y en el reracionamiento con mis compañeros, técnicos y profesores.
-El año en que estuve en Huracán estuve en un club dando clases de Natación, y en el mismo lugar en el gimnasio controlando la sala de Musculación. Aparte había Educación Física para niños en un gimnasio al lado y pileta para adultos mayores. Un par de meses también estuve con un compañero trabajando en la Primera de Basketball en Tabaré. Cuando volví a Defensor ya me dediqué de lleno al fútbol profesional.
-La parte física es fundamental. Hoy en día los jugadores se asemejan mucho más a un atleta, tratando de no perder la parte técnica, de conjuntar ambas cosas. Cuando un jugador tiene ambas cosas saca una gran diferencia. Todo ese se hace en base a una buena planificación del entrenamiento, y se sacan muchas diferencias con respecto a alguien que no la tiene. La parte física ha sido preponderante en los últimos años en la evolución del fútbol.

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