EN UN ACTO CARGADO DE EMOCIÓN HASTA LAS LÁGRIMAS, LA LIGA DE FUTBOL Y RADIO DURAZNO EN SU 82 ANIVERSARIO, TRIBUTARON HOMENAJE A LA FAMILIA DE FUTBOLISTA MORÁN
Si se armaba un "picadito", seguro se prendían. Es que los físicos de "los Morán" se mantienen envidiablemente intactos a pesar del paso de los años. Solo faltó que la pelota "picara" en los pasillos de Casa de la Liga, para que el "Proronga" (Julio) jugara con el "Burriqueta" (Nicolás Enrique), y éste tocara hacia el "Indio" (Héctor), y más allá habilitara a "Charol" (Raúl), para qwue dejara solo de frente al arco a Ricardo, para gritar: goooollllll!!!!.
Todo fue ambiente de fútbol. La iniciativa del equipo deportivo de radio Durazno, arropada por Neutrales y delegados de clubes, tuvo este lunes 25 de agosto su consagración. La plaqueta con la leyenda que se observa en la foto, testimonia el sentir, el calor y el agradecimiento que la parcialidad duraznense le han dispensado -y le dispensan aún- a una familia profundamente arraigada con la mejor historia de la "roja del Yí". "Los Morán" son sinónimo de fútbol, de clase, de dedicación, de técnica conjugada con entrega y rebeldía, y también (como si fuera poco) de consagraciones por doquier. En el breve, pero emotivo y multitudinario acto brillantemente conducido por Carmita Bonfrisco, hablaron por radio Durazno, Héctor Rielli, Luis Eduardo Liguera y Alfredo González Arrúa, el presidente de la Liga, Néstor Torres y el intendente municipal, Carmelo Vidalín (que cerró su discurso gritando: "goooolllll, golllllll, de Morán..!!!!). Además hablaron en nombre de la familia los hermanos Héctor y Ricardo Morán. Un repaso por la vida de estos destacados hombres duraznenses (como personas y como futbolistas) escrita por Enrico Licciardi, Historiador Oficial del Fútbol Duraznense, desprendió más de una lágrima. Ese texto lo ofrecemos a continuación:
"ALFREDO MORAN "EL CALAVERA". Las familias futboleras de Durazno son todo un tema. Son varias las que a través de la historia nos han defendido y defienden hasta el presente. Pero, concretamente la Familia Morán, es un caso único en el país, no solo por la cantidad de integrantes que han jugado al fútbol, sino por su clase y calidad. Los Morán se han ganado a través de décadas el aprecio de no solo Durazno, sino de todo el Uruguay, (no olvidemos que un Morán supo levantar la Copa del Mundo Interclubes con Nacional, allá en Japón). Compuesta por gente trabajadora, de bien, que ha hecho del deporte su manera de trascender, como lo han hecho otros en otras tantas actividades, ellos llevan este legado con legítimo orgullo y saben que todos nosotros se lo reconocemos.
¿Quién no jugó con un Morán al fútbol en Durazno? O por lo menos, ¿quién no enfrentó a uno de ellos en un partido de fútbol? Se han preguntado eso. Es muy difícil, en el devenir del deporte no haber compartido una cancha con algún integrante de ésta familia, deportistas por excelencia, pero por sobretodos las cosas gente de bien, que hoy nuestro pueblo, en nombre de "Alfredo Morán" se los reconoce con estricta justicia.
Alfredo Morán "El Calavera", nació en Durazno el 29 de noviembre de 1907. Desde jóven estuvo vinculado al fútbol, ya que su padre era fundador del Belgrano FC, equipo nacido allá por principios de la década del 20, cuando el Cisma en Durazno.
El club tenía camiseta rojinegra a rayas verticales. Luego de casarse con doña Florencia Cardozo, tuvieron doce hijos, Anselmo, Ernesto, Alfredo, Ricardo, Raúl, Enrique, Isidoro, Eduardo, Julio, Carmen, Hilda y Magdalena. Jugó en Wanderers, Peñarol y la selección de Durazno.
Con nuestra selección "Roja del Yí" participó del Campeonato Nacional de 1929, Copa "William Poole" en que Durazno (que vistió de violeta) fue semifinalista, claudicando nada menos que contra Montevideo, representado por AUF, que a la postre sería el Campeón. Esa fue la primera gran performance de nuestra selección, y justamente ahí ya había un Morán.
Según nuestro maestro y amigo Antonio Raúl Cabanas, una de las características mas salientes de Alfredo Morán era su extrema velocidad por la punta y los centros medidos que enviaba, y también la facilidad con que concretaba goles de corner, "era un maestro en su ejecución". Luego, razones de enfermedad lo hacen abandonar tempranamente el fútbol, además de la interrupción de Campeonatos Oficiales de Selecciones, ya que se jugó otro Campeonato Nacional en 1930 en que no participa Durazno y hasta 1943 no volverían los Campeonatos del Sur. Alfredo falleció el 3 de octubre de 1991, y estamos seguros que a él nunca se le pasó por la mente que había fundado una familia futbolera como pocas en el país, y que su temprano alejamiento de las canchas le había negado la posibilidad de trascender futbolísticamente, pero lo haría a travésde su descendencia.
Así las cosas, sus hijos Ricardo, Raúl, Enrique, Isidoro, Ruben y Julio, defendieron nuestra selección y sus nietos Héctor, Fabián, los Díaz Morán, Carlos, Julio, Walter y Jorge, también lo hicieron y siempre demostraron su noble entrega.
Tan clásico como la camiseta "Roja del Yí" es también que en nuestra selección se encuentre uno de ellos, o un Silva, o un Díaz. Apellidos ligados profundamente a nuestra rica historia, aunque los Silva y los Díaz, muchas veces no sean parientes, pero es solo una anotación.
En el profesionalismo encontramos a Ricardo (Peñarol, Huracán Buceo y Zacatepec de México), Campeón Uruguayo con Peñarol en 1962 e integrante del Primer Quinquenio aurinegro, donde estaban Spencer, Rocha, Joya y toda esa pléyade de jugadores de primer nivel, ahí estuvo Ricardo; Enrique jugó en Sud América, pero volvió porque extrañaba, cosa muy común en aquellos años, para nosotros uno de los jugadores más completos que hemos visto no solo en nuestra ciudad, sino en todo el interior; Julio lo hizo en Liverpool, Atlético Español de México (hoy Necaxa) y Fénix,
Siguiendo con sus nietos encontramos a Héctor "Indio" Morán (Cerro, Nacional, Mandiyú de Corrientes, Olimpia de Asunción, Unión Espñola de Chile, Central Español y la Selección de Uruguay), Campeón de América, del Mundo e Interamericano con Nacional en 1988; Fabián (Nacional, Plaza Colonia, Cerro largo y Durazno FC, integró la Selección de OFI en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá); y Marcelo que llegó hasta la 3ª. de Nacional y abandonara tempranamente el fútbol.
Esta es en apretada síntesis la trayectoria de ésta familia que sigue paseando su estirpe por las canchas del país, y aquí –obviamente- no constan las innumerables conquistas con nuestra "Roja del Yí", que son las que tenemos más presente. En resumen, solo nos queremos sumar a este merecido homenaje en nuestra Casa del Fútbol, porque en qué otro lugar iba a ser, si no era aquí".
"ALFREDO MORAN "EL CALAVERA". Las familias futboleras de Durazno son todo un tema. Son varias las que a través de la historia nos han defendido y defienden hasta el presente. Pero, concretamente la Familia Morán, es un caso único en el país, no solo por la cantidad de integrantes que han jugado al fútbol, sino por su clase y calidad. Los Morán se han ganado a través de décadas el aprecio de no solo Durazno, sino de todo el Uruguay, (no olvidemos que un Morán supo levantar la Copa del Mundo Interclubes con Nacional, allá en Japón). Compuesta por gente trabajadora, de bien, que ha hecho del deporte su manera de trascender, como lo han hecho otros en otras tantas actividades, ellos llevan este legado con legítimo orgullo y saben que todos nosotros se lo reconocemos.
¿Quién no jugó con un Morán al fútbol en Durazno? O por lo menos, ¿quién no enfrentó a uno de ellos en un partido de fútbol? Se han preguntado eso. Es muy difícil, en el devenir del deporte no haber compartido una cancha con algún integrante de ésta familia, deportistas por excelencia, pero por sobretodos las cosas gente de bien, que hoy nuestro pueblo, en nombre de "Alfredo Morán" se los reconoce con estricta justicia.
Alfredo Morán "El Calavera", nació en Durazno el 29 de noviembre de 1907. Desde jóven estuvo vinculado al fútbol, ya que su padre era fundador del Belgrano FC, equipo nacido allá por principios de la década del 20, cuando el Cisma en Durazno.
El club tenía camiseta rojinegra a rayas verticales. Luego de casarse con doña Florencia Cardozo, tuvieron doce hijos, Anselmo, Ernesto, Alfredo, Ricardo, Raúl, Enrique, Isidoro, Eduardo, Julio, Carmen, Hilda y Magdalena. Jugó en Wanderers, Peñarol y la selección de Durazno.
Con nuestra selección "Roja del Yí" participó del Campeonato Nacional de 1929, Copa "William Poole" en que Durazno (que vistió de violeta) fue semifinalista, claudicando nada menos que contra Montevideo, representado por AUF, que a la postre sería el Campeón. Esa fue la primera gran performance de nuestra selección, y justamente ahí ya había un Morán.
Según nuestro maestro y amigo Antonio Raúl Cabanas, una de las características mas salientes de Alfredo Morán era su extrema velocidad por la punta y los centros medidos que enviaba, y también la facilidad con que concretaba goles de corner, "era un maestro en su ejecución". Luego, razones de enfermedad lo hacen abandonar tempranamente el fútbol, además de la interrupción de Campeonatos Oficiales de Selecciones, ya que se jugó otro Campeonato Nacional en 1930 en que no participa Durazno y hasta 1943 no volverían los Campeonatos del Sur. Alfredo falleció el 3 de octubre de 1991, y estamos seguros que a él nunca se le pasó por la mente que había fundado una familia futbolera como pocas en el país, y que su temprano alejamiento de las canchas le había negado la posibilidad de trascender futbolísticamente, pero lo haría a travésde su descendencia.
Así las cosas, sus hijos Ricardo, Raúl, Enrique, Isidoro, Ruben y Julio, defendieron nuestra selección y sus nietos Héctor, Fabián, los Díaz Morán, Carlos, Julio, Walter y Jorge, también lo hicieron y siempre demostraron su noble entrega.
Tan clásico como la camiseta "Roja del Yí" es también que en nuestra selección se encuentre uno de ellos, o un Silva, o un Díaz. Apellidos ligados profundamente a nuestra rica historia, aunque los Silva y los Díaz, muchas veces no sean parientes, pero es solo una anotación.
En el profesionalismo encontramos a Ricardo (Peñarol, Huracán Buceo y Zacatepec de México), Campeón Uruguayo con Peñarol en 1962 e integrante del Primer Quinquenio aurinegro, donde estaban Spencer, Rocha, Joya y toda esa pléyade de jugadores de primer nivel, ahí estuvo Ricardo; Enrique jugó en Sud América, pero volvió porque extrañaba, cosa muy común en aquellos años, para nosotros uno de los jugadores más completos que hemos visto no solo en nuestra ciudad, sino en todo el interior; Julio lo hizo en Liverpool, Atlético Español de México (hoy Necaxa) y Fénix,
Siguiendo con sus nietos encontramos a Héctor "Indio" Morán (Cerro, Nacional, Mandiyú de Corrientes, Olimpia de Asunción, Unión Espñola de Chile, Central Español y la Selección de Uruguay), Campeón de América, del Mundo e Interamericano con Nacional en 1988; Fabián (Nacional, Plaza Colonia, Cerro largo y Durazno FC, integró la Selección de OFI en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá); y Marcelo que llegó hasta la 3ª. de Nacional y abandonara tempranamente el fútbol.
Esta es en apretada síntesis la trayectoria de ésta familia que sigue paseando su estirpe por las canchas del país, y aquí –obviamente- no constan las innumerables conquistas con nuestra "Roja del Yí", que son las que tenemos más presente. En resumen, solo nos queremos sumar a este merecido homenaje en nuestra Casa del Fútbol, porque en qué otro lugar iba a ser, si no era aquí".
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